Suiza va a construir el edificio de madera más alto del mundo

Dentro de cuatro años, la ciudad suiza de Winterthur se convertirá en el hogar del edificio de madera más alto del mundo. Tendrá 100 metros de altura, por lo que superará por 14,6 metros al edificio Mjøstårnet, ubicado en Noruega; que hasta el día de hoy tiene el récord de ser el edificio más alto del mundo, con sus 85,4 metros.

El nuevo rascacielos de madera, que toma su nombre por las locomotoras que alguna vez se fabricaron en el complejo industrial que estaba en el lugar de su desarrollo, tendrá 32 pisos y contará con 255 unidades con diferentes configuraciones en total. Además, albergará un hotel, espacios comerciales, restaurante, spa y un mirador que ofrecerá vistas panorámicas de la ciudad.

Detrás del proyecto, además de Schmidt Hammer Lassen Architects, está el gigante suizo de la construcción Implenia, que ocupa el lugar de desarrollador, y la Universidad Pública suiza de Investigación ETH Zurich, que fue la encargada de desarrollar el nuevo sistema de construcción de madera utilizado para alcanzar los 100 metros de altura sin hormigón.

En el diseño de las unidades residenciales, SHL desafía la tipología clásica de gran altura centrándose ampliamente en la integración de la luz del día y lo funcional. Esto da como resultado espacios de departamentos con doble altura de piso a techo que superan los 3 metros de alto. Todas las unidades residenciales están inclinadas para aprovechar al máximo la entrada de luz natural y están diseñadas con un alto nivel de flexibilidad, lo que permite que los espacios se adapten a las necesidades futuras.

En la estructura, el clásico núcleo de hormigón se sustituye por un sistema portante de madera maciza. El resultado otorgará edificios más ligeros y altos con menos carbono incrustado. Con una fisonomía industrial por estar en una zona con fuerte eje productivo.

La fachada estará revestida con ladrillos de terracota rojo oscuro y amarillo combinados con detalles en verde polvoriento; una paleta de colores que refleja los techos rojos y los ladrillos amarillos de los edificios históricos de la zona.